miércoles, 1 de diciembre de 2010

Sobre el calendario de Septiembre

Antes de la entrada del Plan Bolonia a la universidad, las licenciaturas contaban con dos convocatorias ordinarias de exámenes, una en febrero y la otra en junio, y una convocatoria extraordinaria en septiembre. En la actualidad esto sigue siendo así pero es necesario recordar que el año pasado el Consejo de Gobierno aprobó el nuevo calendario de exámenes para las licenciaturas:

Durante las numerosas reuniones con los representantes de estudiantes, no sin alguna que otra presión estudiantil a las puertas de alguna de ellas, se estaban negociando las opciones de calendario. Por un lado, el rectorado propuso una opción (A), en la que directamente se suprimía la convocatoria de septiembre este curso vigente. Por otro, los representantes de estudiantes pedían que no se cambiara la convocatoria de septiembre. Ya que dicho cambio afectaría muy negativamente a los estudiantes y a los de arriba parece que les encantan los negocios, los representantes de estudiantes en la negociación plantearon una opción (B) en la que se permitiera un año de moratoria (el año actual) manteniendo el calendario de septiembre y el año que viene se cambiaría el calendario en el que habría unos días de exámenes en junio y otros en septiembre.

El día anterior al de la reunión entre representantes y rectorado para realizar la votación final sobre el tema, se convocó una concentración en el edificio de rectorado a la que acudieron decenas de estudiantes que, al rechazar con rotundidad cualquier tipo de cambio y querer hacérselo saber al rector, entraron en el edificio, subieron las escaleras hasta la puerta de su despacho y exigieron que saliera a dar una explicación de por qué iba a cambiar el calendario de nuestros exámenes sin que se nos hubiera preguntado nada. Quizás porque sabía nuestra respuesta… Así, dicha concentración terminó con un debate improvisado con el rector en el salón de actos del edificio en el que numerosos estudiantes uno a uno fueron explicando las múltiples razones del no al cambio de calendario.

Al día siguiente, en la reunión se acabó por aceptar la opción B.

Creo importante recordar este episodio porque probablemente sin la presión de los estudiantes que acudieron a las concentraciones y concretamente a aquella última, no habría habido ningún tipo de negociación, y en dicha reunión, en la que los estudiantes tienen una escasa capacidad de decisión con menos de un tercio de los votos, se habría cambiado el calendario sin más dilación.

Los de licenciatura estamos “disfrutando” de nuestro último año de un septiembre íntegro en el que podemos trabajar por rechazar nuevamente esa opción B. Nos están metiendo prisa para acabar la carrera o para pasarnos a grado y tendremos que renunciar a terminar nuestro plan de estudios tal y como lo empezamos a no ser que hagamos algo. Por último, me gustaría decir a los compañeros de grado que aunque los Grados estén implantados y con ellos, el calendario de junio-julio, podemos resistir ante algunas de las consecuencias directas y concretas de la entrada de Bolonia rechazando profundamente aquellas medidas tomadas por el rectorado que perjudican claramente al estudiante y que suelen suponer un ahorro económico para una universidad que se gasta una salvajada de dinero en un centro comercial mientras la educación universitaria se va a pique.

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